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sábado, 16 de julio de 2011
Muy lejos de ti
sábado, 9 de julio de 2011
Mi suerte!
quererte y perder la razón
y ahora ya no sé
como olvidarme de ti.
En esta incierta soledad
extraño todo de tu piel
y no puedo evitar caer
rendida a tus pies.
Es que perdí mi voluntad
con tu manera de mirar
me duele estar aquí
lejos de ti.
Maldita sea mi suerte
porque te clavaste en mí
alma inconsciente,
maldita sea mi suerte
porque duele contemplarte y no tenerte.
Ni las ganas, ni el amor
son suficientes
maldita suerte
que no me perteneces.
No se cuando volverte a ver
no entiendo el juego
jugamos al amor
sin meditar el precio.
Despierto sola sin saber
cuando te sentiré otra vez
y creo que lo arriesgaría todo por ti.
Es que perdí mi voluntad
con tu manera de besar
y como duele estar lejos de ti.
Maldita sea mi suerte
porque te clavaste en mí,
alma inconsciente
maldita sea mi suerte
porque duele contemplarte y no tenerte
Ni las ganas, ni el amor
son suficientes
maldita suerte
¿cómo tenerte?.
Maldita sea mi suerte
porque duele contemplarte y no tenerte
ni las ganas, ni el amor son suficientes
si el destino sin remedio
nos detiene.
domingo, 12 de junio de 2011
La vida es bella
sábado, 11 de junio de 2011
¡ Buon Giorno Principessa !
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miércoles, 8 de junio de 2011
" La mascota "
Alex Kurzem luciendo su pequeño uniforme de las SS.
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
LA MASCOTA: UN NIÑO JUDÍO EN LAS SS
En 1997, Mark Kurzem recibió la visita inesperada de su padre en Oxford, Inglaterra, donde estaba estudiando. Alex Kurzem, de 72 años, había llegado desde Melbourne, Australia, para decirle algo: «Quiero que hagas una cosa por mí, hijo. Quiero saber quién soy. Quiero saber cuál es mi nombre verdadero y poner unas flores en la tumba de mi madre». Así fue como Alex rompió el secreto que había guardado durante décadas. Para empezar, le dijo que era judío, cosa que nadie sabía, ni siquiera su esposa, que es católica. Y después continuó con una de las historias más increíbles de la Segunda Guerra Mundial. Alex fue adoptado por las SS cuando era niño y convertido en su mascota.
Cuando tenía alrededor de cinco años, vio cómo asesinaban a su madre y a sus hermanos en su aldea de Bielorrusia. Pensó que su padre también habría muerto, y se escapó al bosque, donde pasó varios meses, solo y aterrorizado. Le contó a Mark que se mordía la mano para no gritar, y que sobrevivió pidiendo pan de puerta en puerta, escalando los árboles para evitar el ataque de los lobos, y vistiendo ropa que quitaba a los cadáveres de los soldados. Hasta que un lugareño lo entregó a la policía lituana, que más tarde fue incorporada a las SS.
Un soldado se acercó a él para examinarle y comprobó que era judío (estaba circuncidado). Alex le dijo: 'Antes de matarme, ¿me daría un trozo de pan?'. Por alguna misteriosa razón, aquel soldado —Jekabs Kulis— decidió salvarle la vida. Les dijo a todos que Alex era un huérfano ruso y le bautizaron como Uldis Kurzemnieks. Y así fue como los soldados de las SS le convirtieron en su mascota, un soldado en miniatura con uniforme e insignia.
«Me dieron un uniforme, un pequeño rifle y una pequeña pistola», contó Kurzem a la BBC. «Y me encargaban pequeñas tareas, como limpiar zapatos, llevar agua o encender el fuego. Pero mi trabajo principal era entretener a los soldados, hacer que se sintieran un poquito felices. Yo era como un divertimento para ellos. Les hacía mucha gracia cuando saludaba con mi pequeño uniforme».
El pequeño Alex presenció muchas atrocidades perpetradas por las tropas nazis en el frente ruso. Vio cómo metían a un grupo de judíos en una sinagoga y después les quemaban vivos. Le hicieron llevar flores a unas mujeres para atraerlas al campamento, y después violarlas brutalmente mientras él se escondía en un rincón. Los periódicos y documentales de la época se referían a él como «el nazi más joven del Reich». «Yo era judío, sabía que no era mi gente, pero ¿qué podía hacer? Sólo era un niño tratando de sobrevivir», dijo.
Al final, en 1944, cuando la guerra llegaba a su fin, le enviaron a vivir con una familia lituana. Y, años más tarde, se fue a Australia, donde se propuso enterrar para siempre esos recuerdos que le atormentaban. Se ganaba la vida reparando televisores.
Los recuerdos eran borrosos, ni siquiera recordaba su nombre verdadero, así que la historia fue recibida con cierto escepticismo por algunos expertos. Un historiador de Oxdford le dijo a Mark que era poco probable que un niño de cinco años sobreviviera solo en el bosque, y que quizás Alex sufría un síndrome de falsos recuerdos. Pero, finalmente, un grupo judío de Minsk los validó. Y de todo ello surgió una autobiografía (La mascota) y un documental producido por Mark.
Desde que emprendieron este viaje a la infancia, Alex y su hijo Mark han viajado muchas veces a Letonia, donde han revisado los archivos estatales. Alex descubrió que su verdadero nombre es Ilya Galperin, y encontró una película donde aparece luciendo las galas de las SS. Otro hallazgo sorprendente es que su padre no murió, como él creía, sino que sobrevivió a Auschwitz.
«Finalmente, después de todo este tiempo, he podido dejar una rosa sobre la tumba de mi madre; pero cuando estuve de pie en ese lugar, como hombre adulto, desde donde la ví morir, tuve que volver a morderme el puño para no gritar», dijo Alex.
La historia de Alex habla de colaboracionismo, de hasta dónde se puede llegar para salvar la vida y de un sentimiento de culpa que le ha perseguido toda su vida. Pero, ¿se puede ser culpable de algo con cinco años?
martes, 31 de mayo de 2011
¿ Que es el Amor ?
lunes, 2 de mayo de 2011
La amistad y los recuerdos!!!
Dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
“Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro”.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
“Hoy mi mejor amigo me salvó la vida”.
Intrigado, el amigo preguntó:
-¿Por qué, después que te lastimé, escribiste en la arena, y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
-Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.
El amor y el tiempo!!!
Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría… como también, todos los demás, incluso el AMOR.
Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba por hundirse.
Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.
Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.
La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosísima y el AMOR le dijo: “Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?” – No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…
Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. “Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?
No puedo llevarte AMOR… respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?
Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: “Tristeza te lo pido, déjame ir contigo”. – No AMOR… respondió la Tristeza. – Estoy tan triste que necesito estar sola.
Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.
De repente una voz dijo: “Ven AMOR te llevo conmigo”. El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.
El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.
Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuanto le debía y le pregunto al Saber: “Saber, ¿puedes decirme quien era este que me ayudo?”.
-”Ha sido el Tiempo”, respondió el Saber, con voz serena.
-¿El Tiempo?… se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?
Porque solo el Tiempo es capaz de comprender cuan importante es el AMOR en la vida.
"Perdóname..." por haber sido tan egoísta....por siete años te he pisoteado con mis palabras y mis acciones...he amado otras cosas cuando debí amarte a ti...en las ultimas semanas Dios me a dado mas amor por ti....del que nunca sentí...y le pedí que me perdone y espero... le imploro que de algún modo tu puedas perdonarme también. Jorge... no quiero vivir el resto de mi vida sin ti!!!
viernes, 18 de marzo de 2011
" Si no te hubieras ido "
La gente pasa y pasa siempre van y van
el ritmo de la vida me parece mal
era tan diferente cuando estabas tu
si que era diferente cuando estabas tu
No hay nada mas dificil que vivir sin ti
sufriendo en la espera de verte llegar
el frio de mi cuerpo pregunta por ti
y no se donde estas
si no te hubieras ido seria tan feliz